Es la capacidad para intercambiar información, significados y sentimientos de forma eficaz y eficiente, tanto en el rol de emisor como en el rol de receptor, así como de forma verbal y no verbal, incluso sabiendo interpretar los metalenguajes y utilizando con habilidad varios canales y formatos expresivos, anticipando e identificando en lo posible las posibles barreras presentes en el proceso, tanto internas como externas, para garantizar la mejor comprensión mutua.