Es la capacidad para adaptarse de forma creativa a las situaciones cambiantes e inesperadas propias de los entornos de alto dinamismo e incertidumbre, utilizando para ello un pensamiento flexible y actualizado de forma permanente, estimulando nuestras inteligencias múltiples, explorando nuevas rutas y habilidades creativas en los procesos y proyectos, y desafiando a las zonas de confort de los criterios, inercias sociales y protocolos de actuación cerrados y resistentes al cambio.