Es la capacidad de inspirar e influir en las actitudes y comportamientos de otros desde el propio modo de ser y estar al servicio de los demás, independientemente del tipo de tarea que se haga y del rol o estatus social de quien hace la tarea, utilizando comportamientos, tanto verbales como no verbales, especialmente humanos y eficaces que atraen la atención e interés de los demás, y también comportamientos verbales y no verbales que inducen y empujan a otros hacia una actitud de servicio y generosidad en su modo de actuar y decidir.

Es la capacidad para adaptarse de forma creativa a las situaciones cambiantes e inesperadas propias de los entornos de alto dinamismo e incertidumbre, utilizando para ello un pensamiento flexible y actualizado de forma permanente, estimulando nuestras inteligencias múltiples, explorando nuevas rutas y habilidades creativas en los procesos y proyectos, y desafiando a las zonas de confort de los criterios, inercias sociales y protocolos de actuación cerrados y resistentes al cambio.

Es la capacidad para identificar los patrones y las causas de los problemas en diferentes contextos socio-culturales y de diversa naturaleza, utilizando para ello varios marcos de referencia y puntos de vista, y tomando decisiones más o menos sistematizadas y/o creativas en función de la naturaleza del problema, de los procedimientos y normas institucionales, así como la trascendencia del mismo en el entorno.