¿Por qué es importante trabajar competencias como la comunicación interpersonal con tus voluntarios?

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Judit es voluntaria en Fundación APTACAN y, al finalizar el entrenamiento de su competencia de Comunicación Interpersonal en Talante Solidario, esto es lo que trasmitía en su ejercicio final de autoevaluación cualitativa, formado por tres frases incompletas, y que planteamos el final del proceso en todas las soft skills cursadas: 

Antes de aprender y conocer esta competencia pensaba que… “me resultaría complicado expresar mis conocimientos y experiencias sobre la comunicación interpersonal y todo lo que involucra ello, ya que es un tema bastante subjetivo en ciertos sentidos y cuesta expresar realmente como tú sientes las cosas y como las haces”.  

Y ahora pienso que…  “me ha resultado bastante fácil comentar mis experiencias y hacer los ejercicios prácticos ya que la teoría me ha ayudado considerablemente tanto a nivel académico para realizar los casos prácticos como en la vida real para entender mejor las formas de comunicación tanto verbal como no verbal con los demás”. 

 
Lo más importante de la competencia, si tuviera que resumirla en una frase sería… «Confía en ti mismo y conócete bien tanto a nivel personal como profesional, para poder entender y ayudar adecuadamente a los demás». 

 
He notado la mejora de este competencia en mi voluntariado cuando… “he explicado juegos y actividades y he observado mentalmente cómo me explicaba y cómo me entendían los demás. A parte de observar con más delicadeza los aspectos de la comunicación no verbal que utilizamos continuamente para poder entender mejor a los demás, y así conocer los puntos fuertes y débiles de cada uno”.  

Como puede observarse en esta evaluación cualitativa, hay un antes y un después del proceso de aprendizaje en Talante Solidario,  se nota el cambio y el aprendizaje de la competencia, el cual también queda validado de forma más técnica y cuantitativa en los diferentes ejercicios y sus rúbricas de evaluación en todo el proceso de coaching pedagógico Talante Solidario. 

Emisor y receptor: tan importante es saber trasmitir como saber escuchar 

Nuestras habilidades y capacidades nos ayudan a comunicarnos siendo buenos emisores y buenos receptores en las relaciones humanas. Todas las competencias del voluntariado están de algún modo sostenidas en la comunicación.  

Es importante recordar, cuando hablamos de comunicación eficaz, que el sentido de mi comunicación es lo que el otro entiende, y no tanto lo que yo digo o creo que transmito, por ello antes de comunicar algo es importante hacer un diálogo imaginario con el receptor, intuyendo las preguntas que nos haría y tratando de responderlas mentalmente. Las destrezas de comunicación nos ayudan a hacernos entender, a transferir nuestros mapas mentales al otro, o bien a ponernos en el mapa de pensar del otro para escucharle y comprenderle bien. 

Por tanto, no se trata tanto de ser unos excelentes oradores, sino, sencillamente de ser eficaces en elaborar y emitir mensajes, así como en recibirlos y comprenderlos. Por supuesto que la oratoria ayuda, pero hay muchas situaciones donde el lenguaje excesivamente culto es una barrera comunicativa, y precisan un lenguaje sencillo y cercano. En la relación de ayuda, la proximidad y la empatía muchas veces se demuestra desde un lenguaje sencillo, cercano y comprensible: la proximidad de lenguajes es tan importante como la proximidad física o emocional. 

El fonendoscopio interior de la escucha auténtica 

En Talante Solidario “comunicamos” los contenidos y conocimientos de las soft skills desde diversos formatos o inteligencias, y lenguajes, para ser más eficaces. Además animamos y promovemos esta diversidad de lenguajes y formatos en el voluntariado que se entrena con nuestro modelo de entrenamiento competencial. 

Por ejemplo, en cada una de las 10 competencias de nuestro programa formativo, los alumnos se adentran en los conocimientos desde una metáfora, que en el caso de la Comunicación Interpersonal es “el fonendoscopio de la escucha”. Si nos fijamos en las diferentes partes que tiene este instrumento y las funciones de cada parte, podemos comprender muy bien la metáfora del fonendoscopio interior (García-Rincón, 2018)1 que nos va a resultar de mucha utilidad en nuestro voluntariado: 

  1. Membrana. La membrana funciona igual que un micrófono y sirve para captar las vibraciones del sonido y hacerlo circular por los tubos hasta nuestros oídos. Debemos ser sensibles, como la membrana, a las emociones y el mundo interior del otro o de la realidad, para poder escuchar bien todos los matices y detalles de dicha realidad. 
  1. Ojivas. Se introducen directamente en las orejas de la persona que escucha, como si fueran unos auriculares, para poder aislarse del ruido exterior y concentrarse bien en lo que deseamos escuchar. Todo esto es importantísimo en la escucha activa y profunda: saber atenuar los ruidos (internos y externos) y focalizarse en el otro y su mundo interior, sus ideas, valores, emociones, vivencias. 
  1. Canales. El fonendoscopio tiene dos canales, es binaural, es decir, escuchamos en estéreo. Un canal va al oído izquierdo y otro al derecho. Ambos oídos están conectados de forma cruzada con los hemisferios cerebrales: oído izquierdo con hemisferio derecho y viceversa. De modo que el fonendoscopio activa nuestras emociones y nuestras razones, nuestro hemisferio derecho y el izquierdo. Esto es muy importante para la escucha, porque debemos escuchar a la vez razones y emociones, pero saber analizarlas por separado, para comprender mejor al otro y poder ayudarle mejor también. 

Lo mismo que los médicos utilizan el fonendoscopio para curar y sanar a las personas, como instrumento de diagnóstico eficaz, la escucha activa nos ayuda a comprender mejor las necesidades y dolencias emocionales y vitales del otro, y desde ahí, le podemos ayudar mejor. Pero además, desde el punto de vista psicológico, la propia escucha ya es sanadora y reparadora para la persona escuchada: poder contar un problema a otros con tiempo y confianza, poder expresar nuestras emociones con libertad, sentirse realmente escuchado y comprendido, es una de las mejores terapias que existen. 

Más allá de la comunicación: los metalenguajes 

En las dos últimas décadas, ha irrumpido con fuerza y con buenos argumentos una ciencia emergente llamada “Programación NeuroLingüística”, cuyas siglas en español son PNL y en inglés NLP. Los creadores de esta nueva ciencia, Richard Bandler y John Grinder, estudiaron las técnicas y modos de hacer de los terapeutas de más éxito con sus pacientes, para extraer de ahí unos modelos válidos para otras personas. Bien, pues algunas de estas técnicas de PNL, que ya se utilizan en el coaching y la terapia, de un modo más sencillo y accesible las podemos incorporar los voluntarios para mejorar nuestras competencias comunicativas de ayuda a los demás. 

En lo que se refiere a la meta-comunicación, la PNL establece entre sus fundamentos tres tipos de modalidades sensoriales a través de las cuales interpretamos la realidad social y nos comunicamos con los demás, son los canales: auditivo (lo que oímos), visual (lo que vemos) y kinestésico (lo que experimentamos y hacemos). En concreto cada una de estas modalidades abarca lo siguiente: 

  • VISUAL: hace referencia a lo que aprendemos y recordamos relacionado con el sentido de la vista y sus cualidades (color, brillo, etc.). 
  • AUDITIVO: relacionado con los sonidos y todas sus cualidades (timbre, intensidad, ritmo, tono). 
  • KINESTÉSICO: engloba las experiencias de tacto y movimiento y todo lo relacionado con el olfato y el gusto, así como las repercusiones fisiológicas de las emociones y sentimientos. 

Sugerencia para una meta-comunicación más eficaz 

Por ello, una aplicación interesante de los metalenguajes es utilizar los códigos visuales, auditivos o kinestésicos -en función del objetivo del mensaje que queremos transmitir- en nuestro entorno de voluntariado: será un espacio adecuado y una buena oportunidad para mejorar  en nuestra comunicación interpersonal. Todo un reto que con Talante Solidario te ayudamos a conseguir.  

Objetivo 

Visual 

Auditivo 

Kinestésico 

Pasar una buena tarde juntos, que se sienta acompañada 

Ver juntos una revista, o un álbum de fotos. 

Escuchar sus necesidades y sus historias. 

Compartir sentimientos, mostrar afecto. 

Ayudarle a ser autónomo en su aprendizaje 

 

Ayudarle a que se vea capaz y desde sus fortalezas. 

Invitarle a hablar, expresar y valorar sus conocimientos. 

Crear un clima y un espacio agradable y que motive su estudio / aprendizaje. 

Ayudar a que se sienta incluido en el grupo 

 

Hacerlo visible y familiar a los demás, presentarlo en sociedad. 

Fomentar la conversación con otros, hacerle preguntas. 

Diseñar un espacio inclusivo y amigable, donde se sienta uno más. 

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